Un ensayo realizado durante 20 años por la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Manfredi del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) determinó que el trigo es el cultivo que más se potencia con el uso de riego por pivot.

Entre 1996 y 2016, el módulo de riego suplementario que dirige Aquiles Salinas comparó los rendimientos alcanzados, en secano o con aporte “extra” de agua, de dos planteos: trigo-soja, maíz, y trigo-maíz, soja.

Según Salinas, este estudio –que será uno de los temas que se abordará en la Reunión Internacional de Riego a realizarse el 22 y 23 de agosto– “permitió demostrar que la tecnología del riego puede hasta duplicar el rendimiento en trigo en el tiempo evaluado, comparado con la producción en secano”.

De acuerdo con Salinas, en el ensayo “se observaron incrementos de rendimiento por el riego para todos los cultivos, del orden del 115 por ciento en trigo, 51 por ciento en maíz y 28 por ciento en soja”.

Ensayo

Matías Boccardo, también referente del INTA en riego suplementario, detalló que “todos los años se realizaron mediciones de precipitaciones, riegos, contenido de agua en el suelo a la siembra y cosecha, rendimiento en grano, consumo de agua y eficiencia de uso de agua -calculada como los kilos de grano producidos por milímetro de agua consumido- de los cultivos regados”.

El ensayo se realiza en un suelo Haplustoléntico -serie Oncativo-, con clima templado y semiárido, y con una precipitación media anual de 757 milímetros (período 1931-2015), bajo un régimen monzónico: el 80 por ciento de las lluvias se concentran en el semestre octubre-marzo.

De todos modos, existe más del 50% de probabilidad de déficit hídrico en todos los meses del año, limitando severamente los rendimientos de trigo y condicionando los rendimientos de los principales cultivos de verano.

Juan Pablo Giubergia, otro de los técnicos que conduce el experimento, agregó que “se conduce con dos secuencias bianuales de cultivos, primero con trigo y maíz de segunda época y soja de primera, y segundo con trigo y soja de segunda época y maíz de primera; se fertilizan todos los cultivos con fertilizantes fosforados y nitrogenados en el caso de las gramíneas y todo se riega con un equipo de pivote central decidiendo los momentos y láminas de riego para cada cultivo en función de un balance hídrico”.

En este marco, según Boccardo, “la mayor respuesta de rendimiento en el cultivo de trigo bajo riego respecto a secano, se explica por la ocurrencia del ciclo de este cultivo en un período del año con escasas precipitaciones, debido al régimen de lluvias típico de la región”.

Asimismo, el ensayo demostró que, en ausencia de restricciones abióticas (agua y nutrientes), las fechas de siembra más tempranas determinan mayores niveles de rendimientos potenciales y tienen mayores consumos de agua.

Además, el maíz tiene la mejor eficiencia para transformar el agua en granos, mientras que soja presenta la peor.

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