La industria frigorífica mostró preocupación por la posibilidad de que haya un “cuello de botella” a partir del 1 de julio por el regreso de la implementación del peso mínimo para la faena de hembras, y pidió que se extienda la suspensión vigente para dicha norma. Desde hace quince años, el límite mínimo de peso, según la norma, es de 300 kilos de peso vivo o 165 kilos resultado res. “Hay mucha hacienda ingresada con bajo peso producto de la sequía, y todos los frigoríficos han avisado que esa hacienda va a ser penalizada. Ese animal tiene una caución de 10.116 pesos”, explicó Daniel Urcía, vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), en diálogo con Canal Rural.

Luego añadió: “Desde Fifra creemos que esta no es una medida acertada porque no tiende a agregar más kilos en el rodeo. Celebramos en su momento la decisión del Ministerio de Agroindustria cuando se hizo esta diferenciación entre machos y hembras porque es una respuesta biológica. En toda la naturaleza, la hembra es de contextura menor al macho, entonces tener el mismo kilaje no resultaba equitativo. Ahora consideramos que debería prorrogarse la suspensión porque los 90 días no alcanzaron para recuperar un ciclo. Estamos castigando al aparato productivo que de por sí viene castigado”.

Además, afirmó que en el segundo semestre del año seguramente se verá una recomposición del precio de la hacienda, especialmente de los novillos de exportación, una categoría que no abunda y que por relación de oferta y demanda debería aumentar. “En el mercado doméstico veo una recomposición en el último trimestre del año. Hoy tenemos un encierre en corrales que es récord histórico, con lo cual habrá oferta sostenida hasta fines de agosto”, indicó Urcía.