Por Ricardo Héctor Maich – Facultad de Ciencias Agropecuarias (Universidad Nacional de Córdoba).

“El que saca agua de las piedras no es alguien que produce milagros en el estricto sentido del término, sino aquel que se arregla con poco, que es capaz de afrontar situaciones complejas valiéndose de escasos recursos, que sobrevive en contextos desfavorables o que suele resolver dilemas con esfuerzo e ingenio” ( https://sigificadoyorigen.wordpress.com). 

Se habla de que unos de los motivos por los que se recurrió al FMI es la merma de los rendimientos debido a la seca de la campaña estival pasada, sin indagar (investigar) en las estrategias de manejo que se podrían haber usado para atenuar lo acontecido. Las plantas “sacaron agua de las piedras” y nos dieron a los seres humanos una lección de cómo sobrevivir en años de vacas flacas. La eficiencia del uso del agua (EUA) varía en función de la genética y del ambiente, de las características edáficas del suelo donde se lo implante, de la fecha y densidad de siembra, del manejo que se le dé al cultivo (siembra convencional o directa, con o sin cobertura, secano o riego, con o sin fertilización).

El ensayo de densidad de siembra en maíz y en soja se llevo a cabo en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (Universidad Nacional de Córdoba) durante la campaña 2017-2018. Se evaluó el híbrido de maíz DK 72-10 y la cultivar de soja DM 60 i 62 I PRO. El maíz se sembró en tres densidades de siembra (4. 6 y 8 plantas m-2) al igual que la soja (10, 20 y 35 plantas m-2). La siembra del maíz se realizó el 29 de diciembre del 2017 y la de la soja el 2 de enero del 2018. En ambos cultivos se midió el agua útil almacenada a la siembra hasta los dos metros de profundidad. 

En el cultivo de maíz las muestras de suelo también se realizaron en las etapas R1, R2-R3, R4-R5 y R6. En el caso de la soja en las etapas R3, R5 y R6.1. La eficiencia en el uso del agua (EUA) fue calculada como la relación entre el rendimiento en grano y los milímetros de agua evapotranspirada. 

La EUA fue mayor (13,9 kg grano ha-1 mm-1) cuando el maíz se cultivó en la menor densidad de siembra (4 plantas m-2), resultando un 51% y 48% superior a las estimadas para 6 (9,2 kg grano ha-1 mm-1) y 8 plantas m-2 (9,4 kg grano ha-1 mm-1), respectivamente. La EUA en el cultivo de soja fluctuó entre 2,7 (100 mil plantas ha-1) y 2,0 (200 mil plantas ha-1) kg de grano mm-1 ha-1. 

La magnitud de la sequía que aconteció en la región centro-norte de la provincia de Córdoba durante la primavera del año 2017 y el verano del 2018 se visibiliza comparando los valores de agua almacenada en el suelo a la siembra con los correspondientes al valor de PMP según constantes hídricas (10,8 %). En el caso del cultivo de maíz la cantidad de agua retenida con un valor de -1,5 Mpa hasta los dos metros de profundidad se estimó en 270 mm y a la siembra el valor fue de 287,5 mm. Es decir, que el maíz se implantó con tan solo 17, 5 mm de agua útil, mientras que al implantar la soja el suelo almacenaba 87,5 mm de agua útil. 

El cultivo de maíz y el de soja, independientemente de las densidades de siembra utilizadas, transcurrieron toda la etapa reproductiva con porcentajes de agua por debajo del valor estimado de PMP. En años con limitantes climáticas y en fechas de siembra tardías, la disminución en la densidad de siembra a un 50% de la habitual resulta una práctica de manejo sustentable.

   

 

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